El deseo de manifestar los sentimientos y de relatar los sucesos más destacados en canciones es un impulso universal que han experimentado todos los pueblos en todas las épocas. Dado que poca gente sabía leer y escribir, los textos literarios se transmitían, en su mayor parte, exclusivamente de forma oral. Normalmente, se recurría al verso, que era más fácil de memorizar y podía ir acompañado de música.
Anonimia y tradicionalidad
Por su propia naturaleza, la poesía oral era y es anónima. Esto no significa que los poemas o canciones carezcan de autor, ya que en el origen de toda composición hay un creador individual.
Pero cuando un poema es cantado o recitado por las gentes, éstas comienzan a considerarlo de su propiedad y se transforma así en una pieza tradicional.
Juglares acompañándose con instrumentos musicales, según una miniatura de las Cantigas de Alfonso X el Sabio.
- Origen: Es imposible saber cuándo se compusieron los primeros poemas. Aunque hay testimonios escritos bastante antiguos, no se puede descartar que hayan existido otros anteriores.
- Recopilación: No puede determinarse tampoco el conjunto de obras tradicionales, ya que muchas de ellas no han pervivido y otras lo han hecho sólo después de ser filtradas por la sensibilidad de un poeta culto.
- Tres son los géneros de la poesía de tradición oral cultivados durante la Edad Media:
- Poesía lírica
- Poesía épica o epopeya
- Romances
- Pervivencia: La poesía épica desapareció pronto, en cambio, tanto la poesía lírica tradicional como los romances han superado el paso del tiempo y se conservan vivos en la memoria hasta nuestros días.
Las faenas agrícolas solían acompañarse de cancioncillas que se transmitían de padres a hijos y que hacían más llevadero el trabajo.